Cuando se está preparando una mudanza, uno de los grandes quebraderos de cabeza es embalar y proteger adecuadamente los objetos más delicados. El objetivo es evitar que, durante su manipulación y traslado, puedan sufrir golpes que acaben en rotura. La vajilla y la cristalería son de esos objetos frágiles y delicados que van a requerir de un tratamiento especial. Así que vamos a darte unos sencillos consejos para embalar la cristalería en una mudanza y evitar así sorpresas desagradables.
Consejos para embalar y proteger tu cristalería
Hazlo sin prisas y con cuidado
Lo primero que tienes que hacer es armarte de paciencia, ya que es una labor bastante minuciosa y que va a requerir de la inversión de tiempo y mucha paciencia, ya que tendrás que ir pieza por pieza protegiéndola y ubicándola correctamente dentro de la caja de embalaje. Así que hazlo cuando sepas que vas a tener tiempo por delante para realizar correctamente el embalado y protección de toda tu cristalería.
Emplea buenos materiales
Para evitar roturas, lo mejor es que emplees materiales de la mejor calidad, como el plástico burbuja. También puedes emplear papel de manila, papel kraft y otros elementos de relleno, que asegurarán cierta holgura en el interior de la caja evitando que las piezas puedan chocar entre sí.
Utiliza cajas de las medidas adecuadas
No puedes emplear cualquier tipo de caja. Es importante que las cajas sean de gran calidad y resistencia para conseguir un aislamiento y protección correctos. Además, escoge cajas que no sean de grandes dimensiones, ya que la cristalería y el resto de vajilla tienen bastante peso, por lo que su manipulación es más compleja. Es preferible que hagas diez cajas pequeñas, que una grande que apenas podrás mover. Y no se te olvide indicar en grande “Frágil” para que el personal de mudanzas sepa que debe tratar con especial cuidado estas cajas.
Embala de forma ordenada
Cuando vayas a embalar la cristalería, es mejor que primero organices por tipo. Es mejor que embales vasos del mismo tipo juntos, y los separes de las copas, por ejemplo, ya que conseguirás, por un lado, un embalaje más uniforme, y un encaje mejor dentro de la caja. Además, cuando llegues a destino y toque desembalar, será más sencillo proceder luego a su colocación en el nuevo hogar.
Como ves con estos consejos para embalar la cristalería en una mudanza, no es tan complicado como parece. Simplemente necesitas tiempo y ponerte a ello. Si prefieres contar con la ayuda de especialistas, no dudes en ponerte en contacto con Mudanzas Azor.